Escribir… ¿realmente alguien puede ayudarme a ser escritor?

Por Antonio Marín

Este próximo mes de octubre, Cafebrería ad Hoc, como sede de la Escuela de Escritores para la zona noroeste de la Comunidad de Madrid, inaugurará el nuevo ciclo de cursos de escritura, que incluirán tanto grupos de escritura creativa para adultos y para adolescentes como de  relato (iniciación y avanzado), así como todo un calendario de eventos, coloquios, charlas y presentaciones que pretenden acercar el mundo de la literatura aquí, a Pozuelo de Alarcón.

Antonio Marín es profesor de cursos de escritura

Antonio va a impartir dos talleres de Escritura Creativa este curso 2018-2019

Pero ¿en qué consisten estos cursos?, ¿son realmente tan útiles? ¿Puede acaso algún profesor darme la fórmula del éxito de tal forma que, si acudo, me convertiré automáticamente en uno de esos escritores con cara interesante que adornan con su foto las contraportadas de los libros?

Bueno, tal vez no sea algo tan automático. Y no, nadie va a decirte sobre qué tienes que escribir. Pero lo que sí es cierto es que estos talleres pueden facilitarnos mucho a la hora de sumergirnos en este apasionante mundo que es la escritura creativa, algo que implica, más allá del aprendizaje de unas habilidades técnicas, una reflexión permanente sobre todos los aspectos de la vida. No solo aprendemos a escribir mejor, sino que perfeccionamos también las otras destrezas comunicativas al intercambiar y compartir con otros nuestras ideas y razonamientos. Aprender a escribir significa aprender a organizar ideas, construir textos con coherencia lógica, adaptar el estilo según el destinatario, el tema tratado y el tipo de texto.

Pero vayamos por partes y analicemos primero por qué, para qué queremos escribir.

Yo, particularmente, escribo para contar historias, es lo que me gusta. Me encanta la sensación de ver cómo, donde no había nada más que un papel en blanco, ahora aparecen unos lugares que no existían y unos personajes que actúan y a los que les pasan cosas hasta que todo ello consigue crear una historia. Una historia que habla de algo más y que ha salido de mi cabeza para que otros la lean y, si soy suficientemente bueno, la vivan y la sientan tal y como yo la he ideado.

Escritura Creativa Juvenil

Otros, sin embargo, escribiréis porque sentís que tenéis algo que decir, una idea, un pensamiento, que merece ser escuchado. O porque queréis contar algo que realmente ha sucedido y os gustaría que otros lo conozcan. O para describir un lugar, real o no, y que los demás puedan vivirlo como vosotros lo habéis vivido. O es quizás una sensación, o un estado de ánimo… cualquier cosa. Pero siempre, todos, tendremos algo en común, no será lo queremos contar, ni el tono que usaremos, no, lo que tendremos en común son los otros. Siempre, al escribir, están los otros.

Cuando escribes, siempre, aunque te guardes lo que escribes para ti y pienses que nunca se lo enseñarás a nadie, antes o después es posible que lo hagas, incluso que quieras hacerlo para tener opiniones desde fuera de ti. Porque todos imaginamos historias, tenemos pensamientos o conocemos lugares y sentimos cosas, pero si las escribimos es porque, de algún modo, queremos contarlo a alguien, aunque ese alguien en principio seamos nosotros mismos; pero sobre todo lo que buscamos, lo que nos gustaría es que eso que contamos pueda ser lo más parecido a los sentimos o hemos vivido y queremos contar. Y no es fácil. La escritura a veces, por falta de técnica, nos juega malas pasadas. Por eso hace falta entrenamiento y existen unas reglas que hay que conocer y aplicar. Necesitamos aprender un oficio. El oficio del escritor.

Taller Escuela de EscritoresY es justo ahí donde los cursos de Cafebrería ad Hoc y la Escuela de Escritores pueden ayudarte. En ellos, de la mano de profesores con una gran experiencia en la enseñanza de la escritura creativa y que comparten con los alumnos su misma pasión por la literatura ya que son, ante todo, escritores, recibirás de una forma amena y práctica las herramientas que te permitirán (con mucha práctica, eso sí, no nos llamemos a engaño) obrar el milagro de transmitir nuestras historias, nuestras ideas, nuestros pensamientos, directamente de nuestra cabeza al papel y, a través de él, a la mente del lector. De cualquier lector.

Aprender a escribir significa aprender a organizar ideas, construir textos con coherencia lógica, adaptar el estilo según el destinatario, el tema tratado y el tipo de texto.

En estos cursos de escritura de Cafebrería ad Hoc nos apoyamos en los temarios de la Escuela de Escritores, unos materiales elaborados y mejorados a lo largo de los años por escritores de reconocido prestigio y con una amplísima experiencia en la enseñanza de la escritura creativa. En ellos encontraremos, digamos, las herramientas del oficio, la base teórica. También, semana a semana, se proponen lecturas, textos que nos ayudarán a entender cómo otros, los maestros, lo han hecho antes que nosotros. Pero es a través de la práctica, de las propuestas de escritura que los profesores plantean y que los alumnos leen y comentan en clase donde realmente vamos a poder encontrar nuestra voz como escritores, la manera de transmitir a otro lo que tenemos en nuestra cabeza. Porque en el taller somos escritores, pero también somos lectores. El alumno podrá compartir lo que escribe con compañeros que tienen sus mismos intereses y recibirá opiniones constructivas y formadas, que le ayudarán a mejorar. Ellos van a ser ese otro con el que contrastar si nuestra historia ha llegado tal cual nosotros la imaginamos. Para que después, ayudados por el comentario experto del profesor, podamos terminar de pulir ese canal de comunicación con el lector. Gracias a eso, el alumno se verá motivado e irá descubriendo cuáles son sus puntos fuertes y qué debe cambiar, unirá la teoría a la práctica, respetando su personalidad y su propio estilo. Porque no se trata de que deje de ser él mismo, sino de que lo sea de la mejor manera posible.