Inauguración de la exposición De un tiempo a esta parte de la artista plástica Montserrat Gómez-Osuna
Por Andrea Urones y Lola Vivas
Decía Paul Auster que la imaginación de un artista es como un gran país lejano. Bien, pues si partimos de aquí, podemos decir que hace un par de semanas, Montse Gómez-Osuna abrió las fronteras del suyo para instalarse, que no invadir, en Cafebrería ad Hoc con una exposición de pintura cargada de adjetivos de los que nos hacen vibrar.
¿Qué decir de la obra de Montse Gómez-Osuna? Un estilo libre, auténtico. Un mundo interior muy particular –entre lo extraterrestre-mineral y el cuasi-subconsciente que la ha convertido en un referente dentro de toda una generación de artistas… Pero aquí la teníamos, en carne y hueso, brillantes sus ojos y dispuesta a compartir ese peculiar país suyo con quien se acercara. El territorio a explorar lo marcaban sus piezas –sobre madera, papel, aluminio–, que colgaban y cuelgan principalmente en las paredes de nuestra Murilla, ya habituada a acoger artistas de buen tallaje.
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El azar por un lado y el orden por otro. Rigor que acompaña al óleo, a los hilos –también hay puntadas– y al lápiz. Extraña armonía en todas y cada una de sus obras. Algo que atrae, que incluso subyuga como si nos susurrase una extraña promesa al oído. Ese viernes, ¿había algo imposible que sobrevolaba en la sala? Creemos que sí. Que quizá por ello a los invitados a la inauguración se les sentía como en casa pero mirando hacia lo alto como si un ente allí, en ese aire, les estuviese observando y desvelase algo que nadie sabía a ciencia cierta lo que era. ¿El resultado? Miles de versiones diferentes –incluso de nosotros mismos– todas válidas, añadiendo, restando, indagando en esa pregunta que parece verterse de cada pieza. Imposible saberlo. Cada cual.
¿No irás a perdértela, verdad?
No, no sería buena idea. Por otro lado, ¿qué más decir? Familiares, amigos, caras nuevas y conocidas acompañando a la artista. En fin, una delicia, una invitación al swing, al jazz bañado con cierto surrealismo Así que ya sabes, merece y mucho la pena: la exposición de Montse Gómez-Osuna permanecerá abierta hasta el 15 de noviembre… y claro está que tienes que venir a verla si todavía no has venido por aquí. Te esperamos.