Los hallazgos del flâneur,
exposición comisariada por Carlos Jiménez.
Del 13 de abril al 15 de junio de 2024
Artistas invitados:
Fernando Baena
Roberto González Fernández
Fernando Baena y Roberto González Fernández son dos artistas de trayectorias, propósitos y recursos expresivos muy distintos entre sí. Fernando se ha destacado como notable performer, aunque últimamente ha dado en cultivar con éxito la pintura. Roberto, en cambio, es un pintor con todos los pinceles, uno de los grandes nombres del realismo madrileño de última generación, con una vasta obra realizada en este campo. Sin embargo, hay algo que los une y es un capítulo de sus respectivas obras que reúne lo que llamo los hallazgos del flâneur.
Esa figura característica de las metrópolis modernas entre las que París como el origen histórico de la misma. El París de Balzac, el Impresionismo, Daguerre y Nadar, y desde luego de Charles Baudelaire, que celebró en sus escritos “la época, la moral, la moda, la pasión…” Paseante en Corte es una de las traducciones al castellano de flâneur que no da en el blanco. Resulta apta para descubrir a los paseantes dieciochescos del madrileño Paseo del Prado, cortesanos o advenedizos deseosos de codearse con ellos. Pero no en dar cuenta del flâneur, que era ciudadano antes que súbdito, se debía a sí mismo antes que al monarca y sus cortesanos y cuyos escenarios eran las multitudes callejeras en vez de las exquisitas minorías palaciegas. O sea, los transeúntes de los pasajes cubiertos y los imponentes bulevares con los que el barón de Hausmann transformó radicalmente la edilicia de Paris para convertirla en la “Capital del siglo XIX”, como la llamo Walter Benjamín en un ensayo memorable.
Fernando Baena y Roberto González Fernández se inscriben en esta tradición renovándola y ofreciendo cada uno su peculiar versión de la misma.
Fernando asumió el papel de mirón que deambula por las calles con una cámara en mano en busca del punctum barthesiano, en medio del confinamiento universal impuesto con motivo de la propagación de la COVID 19. Entonces se trazó un plan. Hizo de su piso de Madrid el centro de una circunferencia, primero de un kilómetro de diámetro y de 3 kilómetros después, y cada mañana se levantó al alba para recorrer una a una las calles y plazas incluidas en ese perímetro.
El tiempo y el método utilizado por Roberto fueron otros. Su tiempo fue el de la post pandemia, cuando los transeúntes ya podían circular libremente por las calles, aunque todavía utilizando mascarillas. Su callejeo, cámara en mano, fue mas espontáneo, aunque limitado a las calles y plazas del Madrid monumental. Por el contrario, sus modelos se ciñeron a una norma invariable: debían ser siempre parejas. Además, las copias de sus fotos son en riguroso blanco y negro en alto contraste, mientras que las de Fernando Baena son a todo color.
Carlos Jiménez.
Carlos Jimenez Nació en Cali en 1947. Es escritor y crítico de arte. Profesor de Estética de la Universidad Europea de Madrid. Estudio arquitectura en la Universidad del Valle donde fué Profesor Titular de la Cátedra de Teoría e Historia del Arte. Fué Maestro en Teoría e Historia del Arte y la Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia.
Su aportación al arte contemporáneo consiste en el temprano descubrimiento y valoración en la escena artística española de la obra de jóvenes artistas entre los que destacan los españoles Juan Muñoz y Santiago Sierra, y los colombianos Doris Salcedo y Oscar Muñoz. Su labor como crítico ha contribuido además a la internacionalización del arte latinoamericano iniciada en la década de los 90 del siglo pasado y hoy plenamente consolidada. Es parte del equipo editorial de la revista brumaria y ha colaborado con los diarios El País y El mundo y con las revistas especializadas Lápiz, Exit y Artecontexto -todas ellas publicaciones españolas- y con ArtNexus, de Miami, y Third Text y Contemporary art de Londres. Es autor de los libros: Extraños en el paraíso: ojeadas al arte de los ochenta, Los rostros de Medusa. Estudios sobre la retórica fotográfica, Retratos de memoria, El libro de teoría La escena sin fin. El arte en la era de su big bang, El libro de las artistas, El Santo, el Militante y el Artista y el poemario Travesía del ojo, entre otros.
Roberto González Fernández.
Estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid entre 1969 y 1974, y en 1977 se trasladó a Edimburgo (Escocia). A partir de entonces hasta la actualidad vive de su pintura, alternando temporadas en la capital escocesa y en Madrid, con puntuales visitas y exposiciones en Galicia. En 1984 obtuvo una beca de la The New York Foundation for the Arts.
Su trayectoria es muy prolífica y ha realizado muchas exposiciones individuales, además de colectivas. su primera muestra fue en 1967, en la galería coruñesa Artes. Muchas de esas exhibiciones tuvieron lugar en Escocia y el Reino Unido, donde expone anualmente, y otras en diversas ciudades de España. En noviembre de 2008 realizó una exposición antológica en Ferrol, con unas 300 obras de todo su recorrido como creador.
De manera fortuita forma también pareja artística con David Trullo: RGF+DDT. Desde 2005 han realizado el tríptico «Sebas», el libro de artistas «Meetings» (con textos de Leopoldo Alas) «Planetas y Satélites», el «Parque Temático Gay (Diez Mandamientos)» 2006, «Pic-Nics», «Cinco Cuentos Chinos» y «El jardín de las Malicias» ,2007.1
Ha creado en Madrid junto a su marido Javier Mazorra en el año 2022, el Studio RGF ubicado en la Calle Arriaza 11 al lado del Palacio Real. Un espacio-taller sin ánimo de lucro, abierto al público, que genera una gran actividad, mostrando exposiciones de amigos en pequeños grupos de artistas noveles y consagrados.
Fernando Baena.
Sus obras pretenden interactuar acercándose a través del uso de materiales comunes, y el uso de discursos directos que evidencian su intención comunicativa. Es un artista que ha desplegado su obra sobre todo en el campo de la performance, a cuya historia en España dedicó su tesis doctoral. Pero si es incluido en esta exposición es por un proyecto suyo muy especifico realizado durante el confinamiento impuesto por la COVID 19. Él, entonces, se propuso recorrer las calles de Madrid incluidas en un circulo de un kilómetro de radio cuyo epicentro es su casa en el barrio La latina. Cada mañana se levantaba muy temprano y se echaba a la calle con cámara en mano fotografiando aquello que atraía su interés en una ciudad cuyas calles, a pesar del confinamiento, nunca estuvieron completamente desiertas, tal y como testimonian varias de las fotos resultado de este proyecto.