¡La Virgen, qué cerveza!
El pasado día 8 de febrero tuvimos una jornada memorable. «Puede que el Rock ´n Roll no resuelva todos tus problemas, pero te permite bailar sobre ellos». A Pete Townshend, autor de esta cita y componente del grupo The Who, le habría gustado la velada que compartimos en Alejandría ad Hoc. Cata de textos literarios y de cervezas. Qué gran combinación.
Hicimos una gran combinación. Como teloneros tuvimos una estupenda presentación y cata de Cervezas La Virgen, hecha «sin trucos; sin prisa». Alex Torres, uno de los socios de esta firma cervecera de Las Rozas, nos introdujo en el mundo de la elaboración artesana de cerveza, describiendo sus cualidades frente a las industriales y sus peculiaridades químicas, aromáticas y gustativas. Nos contó un poco de su historia, del modelo americano que inspiró a sus fundadores a la hora de diseñar su empresa, los aciertos y los inconvenientes que hacen de este negocio algo apasionante y vivo, como su propia cerveza. Y también nos habló de sus planes de futuro, porque van sin prisa, pero sin pausa.
A continuación (y ante la ansiedad del auditorio) se pasó a degustar cuatro variedades características de su catálogo: La Madrid Lager, típica de nuestro gusto capitalino y la que tenemos en el grifo de Alejandría ad Hoc, Jamonera, que también tenemos en el bar y favorita del público, la 360, afrutada y muy refrescante, y finalmente, la IPA, cuya receta tiene un curioso origen y que, por su alta graduación, acabó de cerrar esta parte del evento entre los vítores y aplausos del público asistente.
Llegados a este punto, a más de uno se nos escapó un «¡La Virgen, qué cerveza!». No fue para menos.
¿Hedonismo vs. Erotismo?
Tras la presentación y cata de cerveza, y con un ambiente muy distendido, se comenzó la lectura de textos hedonistas. El equipo de Alejandría ad Hoc, Lola, Alberto y Antonio, habían preparado un bouquet de textos seleccionados por si alguien se quedaba sin munición. Se leyeron textos propios (como el bioquímico de Antonio Marín) y ajenos, como los de Aldecoa que leyó Jesús Gironés y el de Grinsgberg que aportó Alberto Cobián. Todos, excelentes.
A medida que se iban leyendo y analizando los textos se estableció un interesante debate sobre los límites entre hedonismo y erotismo, los cuales a menudo se tocan (y no hemos querido hacer un chiste). Lo más probable es que sigamos la pista a este debate para organizar un futuro encuentro de textos eróticos.
Desde aquí queremos agradecer la implicación del equipo de La Virgen, un tipo de negocio que basa su acción comercial en la proximidad, algo con lo que nos identificamos en Alejandría ad Hoc. También queremos agradecer la asistencia de los que acudisteis a la cita, que resultó muy divertida y estimulante. Y a nuestro equipo, Antonio, Luisa, Alberto, Clara y Lola, por su implicación y ganas de pasarlo bien.
Veladas así, quizá no consigan que nuestros problemas desaparezcan, pero nos permiten bailar un rato sobre ellos. Que no es poca cosa.